Colines para bebés

Al empezar la alimentación complementaria se nos plantean cientos de dudas y si además nos encontramos en la encrucijada de elegir entre las pautas que nos da el pediatra o lo que dicen esas locas del BLW (baby led weaning) la cosa se complica.

Una de las cosas a tener en cuenta es el momento de introducir los cereales con gluten, encontrarás a muchos pediatras que te digan que a los 8 o 9 meses y otros muchos que lo hagas antes de los 7 meses. Hay estudios que dicen que cuanto antes introducimos los distintos alimentos menos posibilidades tenemos de provocar alergias en los bebés. Nosotros tomamos el segundo camino, el que implica horas y horas de diversión pero también implica más miedos, miradas de reproche, caras raras cuando le cuentas a la familia, te miran como si realmente te hubieras vuelto loca y quisieras matar a tu pobre e indefenso bebé. Nosotros llevamos más de 12 meses de alimentación autorregulada y aunque hemos tenido momentos malos, momentos de rebeldía y días en los que hemos estado a punto de abandonar, en seguida nos hemos dado cuenta que de que ver a nuestro hijo feliz es lo más importante y él es realmente feliz cuando tiene acceso a su comida y es libre para jugar, oler, estrujar, probar, manipular y si le apetece comer.

Se me ocurrió que podría introducir distintos cereales en forma de pan o palotes que él pudiera coger y comer a su antojo,  los colines de la panadería suelen tener mucha sal y estos son muy fáciles de hacer y para llevarlos al parque para merendar son perfectos.

Estos son los ingredientes:

• 310 gr de harina integral
• 175 gr de agua tibia
• 20 gramos de AOVE
• 8 gr de sal (en menores de 1 año omitir)
• 7 gr de levadura seca de panadería

Para darles distintos sabores podemos usar distintos toppings como estos:

• 1 cucharada de puré de aceitunas negras
• 1 cucharada de puré de tomates secos triturados
• 1 cucharada de pipas peladas
• 1 cucharada de sésamo
• 1 cucharada de queso curado rallado

Y es así como los he hecho:

1. Ponemos toda la harina en un bol y hacemos un volcán, en el centro ponemos la levadura y el agua y esperamos unos minutos hasta que empiece a salir espuma, esto significa que la levadura está trabajando.
2. Pasados unos minutos añadimos el aceite y en el borde sin que toque la levadura ya que podría afectar su desarrollo agregamos la sal. Mezclamos todo en el bol con una amasadora o a mano hasta que la masa se empiece a despegar de las paredes. Lo pasamos a la encimera y seguimos amasando hasta que deje de pegarse en los dedos.
3. Separamos la masa en tantas porciones como sabores tengamos y mezclamos hasta que quede totalmente integrado. Lo estiramos y damos la forma que más nos guste, en palitos o en lazos.
4. Horneamos a 200º durante 20 o 25 minutos o hasta que estén dorados.

Yo las hice unas con tomate y orégano y otras con queso rallado por encima, las de queso no quedaron muy bien, la próxima vez mezclo la masa con el queso a ver que tal quedan. Lo que mas me gusta es que no quedan crujientes, son blanditos y al hacerlos pequeños los coge con mucha facilidad. Me parecen perfectos para los días que merendamos en el parque.

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